Boceto presentado en la primera exposición homenaje al
Proyecto Víbora, celebrada en febrero del 2015 en el Escorxador.
Para evitar confusiones, ya que no coincide mi división de
los dibujos con el número de las parcelas dadas por el Proyecto Víbora, pongo
"mural" en el titulo siempre, salvo en los casos que sepa el número
exacto de la “parcela” que esta aparecerá en el interior de la entrada.
MURAL nº 40.
PARCELA nº 38.
Título:
SELVA DE FLORES.
Autora:
Laura Guillén Galiana.
Ilicitana de la década de los setenta, diseñadora de
interiores y licenciadas en Bellas Artes, con un particular estilo entorno a su
Mundo de Flores y su Grupo de Flores con las que comparte amistades,
inquietudes y momentos de ocio.
Para saber más sobre
esta artista os dejo un enlace:
Participantes:
Fini Herrero, Paqui Torres, Ana Galiana, Marian, Ana Alemañ,
Ana G., Fini M., Lucia Garcia, Elo, Sonia Montesinos, Sandra Navarro, Maria
Asunción, Elena Ortega, Carmen Mari
Hernandez, Cris, Cristina Fernández, Paqui, Aure, Laura, Mada, Amalia Sirvent, Diana,
Miryam, Maria Ascensión Cayuelas, Adriana y Vero .
Ayudantes: Antonio Galiana, Jesús López, Miguel Ángel Carreres
y Reiner.
Obra:
Laura nos muestra en este mural una Selva de Flores de
colores limpios y llamativos que destacan por su siempre apuesta innovadora a
la hora de diseñar sus bonitas plantas.
Lo cual, nos lo reafirma Laura Guillén cuando dice:
“…se llama “Selva de Flores y como su nombre
indica es una gran selva de flores irreales, son flores inventadas por mí.”
Opinión:
Yo siempre diré que cada uno saca unas conclusiones cuando
ve una obra artística, ya sea un cuadro, una fotografía, un grabado o una
escultura, lo que sea… y esas sensaciones que transmite dicha obra va enmarcada
por cosas tan dispares como gustos, conocimientos artísticos, conocer el autor
o su explicación de dicha obra, de ahí
que cuando de mi opinión siempre será subjetiva y mía, llena de grandes lagunas
o errores pero quiero darla.
Uno cuando ve una obra de Laura Guillen se siente fascinado
por lo imaginario de su flora y a partir de ahí es fácil distinguir una obra
suya ya que todas mantienen ese estilo propio que las hace tan atractivas.
Pero vamos a descubrir muchas más cosas que tiene escondido
este mural y que acrecienta su valor reivindicativo y humano:
“En el centro del
mural, hay una flor que destaca, es la flor Palestina, pintada con los colores
de la bandera palestina, - no comenta la artista – ya que cuando hicimos el
mural en agosto, había estallado una fuerte ofensiva militar sobre el pueblo
palestino.”
Este mural, al igual que muchos otros del Proyecto Víbora,
aprovechan las paredes verticales del cauce para de alguna manera extender en
mayor o menor medida sus dibujos, pero en casos como este, uno no alcanza a
comprender si esto es simplemente un recurso estético y visual o encierra algo
más, salvo que nos los cuenten los
protagonistas, como así lo hace Laura:
“También hay otros dos
murales en mi parcela, que son las dos paredes -verticales- del cauce del río Vinalopó, en las que se
encuentra el “Jardín de los Ausentes”
en las que mis colaboradores escribieron los nombres de sus seres queridos
ausentes, en las flores que yo diseñe. Lo que identifica al Jardín de los
Ausentes, es que todas las flores están contorneadas con una silueta blanca,
porque son flores espirituales, excepto una flor, la flor de Marta, que es la
flor de una niña fallecida y que su madre optó por darle sus colores preferidos
porque aún la tiene muy presente.”
Sin duda, el Jardin de los Ausentes habrá significado mucho
para todos los que participaron en este proyecto, ya que el sentimiento es algo
que nunca debemos ocultar, ni olvidar, solo con el tiempo sabemos manejarlo.
Otras imágenes:
Tal vez encuentres este mural desde una vista más elevada o
general, donde se aprecie mejor que dibujos le rodean, así como el lugar de
este en el cauce si pinchas en este enlace:
TRAMO 2: Entre el puente del FERROCARRIL y el puente
ALTAMIRA.
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