Como siempre el Cabo Huertas es lugar de atracción para mucha gente en esta época del año, bien para andar o pasear su mascota la mayoría, mientras que unos pocos pescan o toman el sol.
Sin embargo su fascinación alcanza hasta los novios que van allí para hacerse el reportaje fotográfico.
Luego están los que son como yo y disfrutan pasando el tiempo, buscando, mirando y componiendo una foto en cualquier lugar y posición.
Una vez encontrado el lugar y el sitio, instalo el trípode con la cámara, ahora solo queda disparar y esperar, volver a disparar y otra vez esperar a que durante esos intervalos de tiempos la luz mengue y el cielo cambie, pues aun hay mucha luz, mientras, con la otra compacta que llevo hago una fotografía del puesto de mando instalado.
Instantánea conseguida a pulso en uno de eso tiempos de espera.
Aquí tenéis una de las composiciones conseguidas desde mi puesto de mando... anochece y la luz fluctúa mágicamente.
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