Fondo de pantalla de la Nit de l´Albà que he realizado.
Los ilicitanos se sienten identificados con su ciudad y la aman, cosa que ocurre, pienso, en menos frecuencia con los alicantinos, que despotricamos, más que alabamos nuestra ciudad, aunque tal vez esto sea debido a que uno suele ser más critico con lo suyo, que con lo de los demás.
Como ocurrió, el pasado 13, en que unos ilicitanos con los que entable conversación se quejaban, entre otras cosas, que la fiesta iba a menos por culpa de unos cuantos que protestaban de todo, del ruido, la música, las calles cortadas, los petardos, etc. En cambio ellos veían o tienen la impresión de que los alicantinos respetaban más sus fiestas grandes (Hogueras), a lo que yo les decía, por ser sincero, que en todos los lados se cuecen habas y que en Alicante también hay los que protestan de esto y de aquello.
Curioso fueron sus comentarios de que nunca habían entendido una fiesta de cuatro gordos que van desfilando borrachos con un puro en la boca, que ellos no daban un duro por ayudar a esa fiesta, (tal vez exista una sensación encontrada, porque los Moros solo tiene 33 años de participación en les Festes d´Elx, de ahí que muchos no la sientan suya), sin embargo les recordé que los Moros y Cristianos no es eso solo, que en algunas localidades estas fiestas están muy arraigadas y tenían singularidades muy interesantes, como los desembarcos de La Vila y Campello.
Ya dentro de esa dinámica critica y puestos a rajar, también se metieron con las fallas…, a lo cual no objete nada, porque en el fondo algo de tirria tengo a la capital, por arramblar mucho para si y a sabiendas que dentro del mundo de hogueras, las fallas están muy bien vistas, opte por callar como un cerdo.
A pesar de esas criticas se nota que los ilicitanos aman su ciudad y a su vez ella los mima, casi todos los museos son de pago, con la historia de tener dos Patrimonios de la Humanidad el numero de visitantes foráneos debe ser elevado y con un poder adquisitivo, seguramente, mayor que el de solo playa y vino, de ahí que deben sacar un buen pellizco con esos cobros, pero… a cambio, los ilicitanos tienen un precio especial en la mayoría de ellos, tal vez esa seria la forma de obtener algo más de dinero el Ayuntamiento de Alicante, que tiene buenos museos y salas de exposiciones por las que no cobra ni un duro, con el dinero recaudado se podría dotar de más recursos a estas instalaciones y mayor publicidad, para atraer exposiciones de calidad y más visitantes, porque al fin y al cabo, siempre van los mismos alicantinos a estos recintos, unos mas y otros menos, no creo que cambiara mucho la cosa si tuviéramos que pagar un precio simbólico, a lo mejor incitaríamos a conocidos y amigos de fuera, a que vieran nuestra cultura.
También hay pequeños detalles como el hecho de que la gente cante “Aromas ilicitanos” en la Nit de l´Albà o que en el castillo del 15, todo el mundo se pone de pie cuando suena, son pequeñas cosas aparentemente, pero que al de fuera le parecen muy significativas.
Basilica de Santa Maria.
Palmeras y un fragmento del Alcazar de la Señoria.
2 comentarios:
Bueno, a mí no me gusta la Nit del Albà (ni siquiera subo a la terraza) y soy ilicitana, pero bueno.
Me ha parecido simpática y reveladora esta entrada. Es decir, no a todos los ilicitanos les gusta lo que admiramos desde fuera ¡y es lógico! el foráneo la ve, la disfruta y se va, el que vive allí ha de soportar lo que "adorna" a este tipo de fiestas: ruido descontrolado que no permitiríamos en otras fechas. Sobre tu defensa y claridad respecto a las HOgueras me ha parecido brillante. "En todas partes cuecen habas..." claro que sí. Todas las fiestas son respetables pero muy pocas de ellas suelen serlo con todos los ciudadanos. En cuanto a Moros y Cristianos, mi corazón está dividido. Por un lado pienso como aquellos ilicitanos pero por otro, hay lugares como Alcoy donde las fiestas son un lujazo.
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