Mapa orientativo de la situación del Parque Reina Sofía a traves de una imagen obtenida con el Google Earth.
Entrada Parque Alfonso XIII.
Vista del Parque Reina Sofía.
Caida de agua hacia los estanques.
El martes 17 visitamos por la mañana el Parque Reina de Sofia de la localidad alicantina del Guardamar del Segura, llamada así por desembocar allí el río Segura y conocida por ser una de las pioneras (1897) en usar una barrera vegetal para evitar que las dunas de arenas enterraran el pueblo, creándose una masa forestal conocida como “La Pinada” que hoy en día bordea el litoral en una amplia zona de este municipio y colindantes.
Un pedazo pequeño de esa pinada esta situada enfrente del parque Alfonso XIII y es el Parque Reina Sofía, que tiene una serie de aliciente extras aparte de su masa vegetal, como son las ardillas que habitan en sus pinos centenarios, el contar con varios estanques interconectados que albergan patos variados, cisnes, pavos reales y la invasiva tortuga californiana, junto con una amplia, original y variada zona de juego que atrae a muchos padres con sus hijos. (Lo cual han aprovechado para instalar una pequeña Feria de pago, en una calle a su costado.)
No faltan miradores, pistas de petancas, fuentes, un auditorio amplio y una cafetería donde tomar un refrigerio o comer.
Seguramente en su momento fue un parque pionero y novedoso por la inclusión de todas esta serie de cosas como sus cuidadas formas, lo que le ha conferido cierta fama que atrae a todo aquel que puede visitar sus instalaciones y tiene niños.
Atrás queda aquellos tiempos gloriosos en que se celebro el Primer Encuentro Internacional de la Flor y de la Jardinería al Aire Libre, bajo el nombre de Guardaflor 97.
Lejos de quitar la belleza que posee el Parque Reina Sofía, quisiera hacer una critica constructiva tras mi visita, pues pienso que el mantenimiento del Reina Sofía anda algo descuidado para un parque que ha sido un referente la zona, juegos rotos, cada vez menos árboles coloridos, iluminación rota en algunas entradas, la sola presencia de una bancada para comer que estaba rota, en lo que antaño debió ser un espacio merendero, sin contar que la zona sur se ha convertido en el lugar de paseo de perros sin ningún aliciente más y sin mencionar la habitual lacra de los rayajos pues no se les puede llamar graffitis a esos manchones, que existe en todas partes del mundo.
En fin demasiadas cosas rotas y un cierto sabor a dejadez me quedo tras su visita. Lo cual deberían evitar transmitir los gestores del municipio a los visitantes, pienso yo y más cuando estamos hablando de una zona muy visitada y céntrica de la localidad, que sitios oscuros en todos los municipios los hay, pero este parque no debería terminar así.
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