Opinión:
Yo siempre diré que cada uno saca unas conclusiones cuando
ve una obra artística, ya sea un cuadro, una fotografía, un grabado o una
escultura, lo que sea… y esas sensaciones que transmite dicha obra va enmarcada
por cosas tan dispares como gustos, conocimientos artísticos, conocer el autor
o su explicación de dicha obra, de ahí
que cuando de mi opinión siempre será subjetiva y mía, llena de grandes lagunas
o errores pero quiero darla.
En un principio me parece muy acertada la elección de dos
grafiteros con prestigio internacional para encabezar este Proyecto Víbora que
no tiene un principio, ni un fin, ya que en sus dos extremos encontraremos unas
cabezas muy especiales de ofidios imaginarios.
Este mural se me antoja como si dos serpientes de la misma
especie pero a la vez diferentes, reptaran cada una por un lado del cauce y
abriendo sus fauces, engulle un particular mundo, donde un lado está inmerso en
la oscuridad de la noche y en el otro, es de día.
Independientemente de la calidad del dibujo me llama la atención
de como el ego hace que su nombre ocupe más espacio casi que la serpiente y eso
que se de sobra la importancia que tiene la firma entre estos artista urbanos,
supongo o intuyo que a los cabeceros del Proyecto Víbora fueron elegidos por su
notoriedad y no por los bocetos presentados.
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