Obra:
Estamos ante una representación abstracta y llamativa de los
órganos sexuales femeninos, embutidos de un colorido y plasticidad que los hace
llamativos y alegres.
Opinión:
Yo siempre diré que cada uno saca unas conclusiones cuando
ve una obra artística, ya sea un cuadro, una fotografía, un grabado o una
escultura, lo que sea… y esas sensaciones que transmite dicha obra va enmarcada
por cosas tan dispares como gustos, conocimientos artísticos, conocer el autor
o su explicación de dicha obra, de ahí
que cuando de mi opinión siempre será subjetiva y mía, llena de grandes lagunas
o errores pero quiero darla.
Anna me recuerda que no todo el mundo está en internet
cuando hablando de las colaboradoras dice: “Las
personas que participaron en el núcleo duro y colaboradores puntuales están
etiquetados. - y añade - Mi madre,
participante del núcleo duro, no tiene FB y no está etiquetada: Susi Agulló
Navarro. Mi abuela tampoco tiene FB, Sunsioneta Navarro.”, una realidad muy
extendida en personas de todas las edades, ya que a veces, aun sabiendo el
nombre del autor de un mural, no he encontrado información o modo de contactar
con ellos.
Supongo que siempre habrá alguien que no denote la relación existente
entre el dibujo en sí y la anatomía fisiológica de un mujer, no pasa nada, aun
estas a tiempo de volver a pasear por el Proyecto Víbora y redescubrirlo una
vez más.
Personalmente y perdónenme quien vea una interpretación
lasciva, veo como el dibujo a sido colocado para aprovechar que el canal del
rio se convierta en el canal de la vagina que une al canal del útero con el
exterior… A la hora de buscarle una razón de ser, son tantas las que encuentro
que no se por cual decidirme, tal vez existe una simbología subjetiva a la
sexualidad, tantas veces mal vista o simplemente una exaltación a la vida o
sencillamente a las féminas, a través de su identidad más oculta, ya que no se
ve.
Todo eso cavile con mayor o menor acierto, según veréis a
continuación tras contactar Anna y arrojar esta luz sobre su obra en el
Proyecto Víbora.
“El mural está
inspirado por los mándalas y los laberintos empleados para la meditación
activa. – nos comenta Anna sobre el origen budista de la obra - Es un
canto al Femenino en positivo, y literalmente una clase de anatomía femenina
abstracta. Las ocho mujeres que me ayudaron a realizar mi idea trabajaron
conmigo con esta intención meditativa y alegre.”
La vida es muy curiosa y a veces temas e ideas, surgen y se
entrelazan en un momento determinado del tiempo, son las casualidades de la
vida, algo que podríamos aplicar a esta obra de arte según nos cuenta su
creadora: “Muchos paseantes se
sorprendieron mucho al reconocer las formas de nuestro mural, especialmente de
que no hubiera sido censurado teniendo en cuenta de que por esas fechas el
meollo de la propuesta de ley de Gallardón estaba en la cúspide. Pero cuando
plantee el símbolo nunca pensé en reivindicación, queja o denuncia. Mi discurso
en este símbolo está totalmente alejado de la protesta. Es una risotada, es una
explosión de alegría, es canto y fiesta y vida.”
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