El 16 de Octubre de 1898 manó por primera vez el agua potable en Alicante, en la Plaza de Gabriel Miro, dentro de una balsa ornamental que fue sustituida por la actual en 1918.
110 años despues, el Ayuntamiento y Aguas Alicante (una empresa privada, no lo olvidemos) anuncia la creación del Museo del Agua que se ubicara en “Los Pozos de Garrigos”.
El entonces, nuestro alcalde también anunció, que esta empresa mixta (según ellos) restaurara algunas fuentes de nuestra ciudad (supongo que de forma mixta, la mitad del coste lo pagamos con la factura del agua y la otra mitad con los impuestos al Ayuntamiento).
En fin, como indirectamente nos beneficiamos los ciudadanos y la imagen de la ciudad de Alicante, no nos quejaremos mucho, no se echen atrás.
De momento, son solo dos las beneficiadas, una es “La Aguadora” esculpida por Vicente Bañuls y su hijo Daniel, (autor también de la fuente de la plaza de los Luceros), que preside la Plaza de Gabriel Miro desde hace 90 años y que será objeto de un lavado de cara, con el que supongo perderá su aspecto antiguo que ostenta en la actualidad.
La otra fuente agraciada por esta iniciativa, aunque no entiendo muy bien el porque de la espera, hasta un aniversario para restituir su apariencia completa a la fontana del “Niño Flautista”, que pese a su nombre carece de tal chiquillo desde hace tiempo por un acto vandálico.
Tal vez tengamos que esperar a un aniversario cualquiera, para que una empresa privada, mixta o yo que se patrocine los arreglos escultóricos de nuestra ciudad, como por ejemplo los perros de canalejas, entre otros. A veces no se de que protesto, pues seguro que Roma, Madrid, Praga, etc. manifiestan la misma desidia con sus monumentos emblemáticos, cuando son dañados de esa manera y deja pasar años y años sin arreglarlos, igual que aquí en Alicante.
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