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martes, 15 de agosto de 2017

TRAMPA MORTAL EN ALICANTE CUANDO LLUEVE.

La calle Flora de España y es una carretera de un solo carril de ida y vuelta que cuando se encauzo el barranco, salvando unos terrenos colindantes artificialmente por afectar a alguien grande en Alicante de influencias o eso dicen, paso a ser una vaguada para pasar por debajo de las vías del tren, eliminando el antiguo cruce peligroso por la vías y desde entonces cada vez que llueve se convierte en una trampa perfecta para los coches. Y digo coches de momento, hasta que se cobren una vida humana, que será cuando se tome medidas.

Toda esta historia comienza tras las copiosas lluvias que se padecieron el 13 de marzo, al día siguiente decide fotografiar algunas de sus consecuencias por los alrededores de casa, tras visitar a la maltrecha playa de la Abufereta, cuyas fotos he subido en una anterior entrada, me acerque a esta vaguada sin esperar nada, ya que habían pasado muchas horas desde el día anterior y cuando llego allí, a las doce menos cuarto del mediodía, cual es mi sorpresa al ver dentro del agua tres coches.

El caso es que allí estaba el dueño y su pareja de uno de los coches, los cuales me contaron tras conversar un rato con ellos, que él vivía cerca de la zona, pero ella era de fuera, hacia unos días que acaba de llegar y desconocía el peligro de este tramo, además de ir conduciendo sola ayer sobre las 20 horas, momento fuerte de la lluvia que llevaba cayendo todo el día y que no había hecho pensar a ningún jefe de protección civil o policía local de la necesidad de cortar el acceso a este tramo peligroso de carretera por precaución.

Sigamos, para que entendáis mejor lo que paso, la chica apenas veía con lo que caía, era el momento álgido de la lluvia y en el momento que el coche se metió en la vaguada, no tuvo tiempo de reaccionar, la inercia del coche, la pendiente, hicieron que el coche flotara, no tuviera agarre, perdiendo el control y empezara a dirigirse flotando a zonas más profundas de agua, a pesar de la poca visibilidad existente, menos mal que el instinto de supervivencia y el no de aferrarse a lo material que llevaba, pudo más, ya que aunque nueva aquí, sabía que aquello era una hondonada y podía haber bastante profundidad, consiguió bajar la ventanilla, pues no podía abrir la puerta, era joven y no fue demasiado dificultoso salir, os figuráis alguien mayor…

De hecho como veis en la foto, hay pequeños agujeros en el hormigón, que más de 15 horas después, introducen pequeños chorros de agua en la zona aun inundada en lugar de servir para evacuarla.

Curiosamente por la tarde me entero que uno de los vehículos resulto ser del hijo de una compi del trabajo, pero independientemente, el dueño de uno de los automóviles intentaba recuperar algunas de las mojadas pertenencias que se habían quedado dentro, al ser abandonado precipitadamente.

Al final mandaron un camión bomba para achicar el agua que no terminaba de irse del todo por sí sola rápidamente, seguramente si la dejas,  tardaría un día más en desaparecer. Por cierto el agua la tiraban al cercanísimo barranco Juncaret.

Tener en cuenta que un coche a partir de 40 cm de profundidad, puede ser arrastrado por la corriente del agua, cosa que no había aquí, pero si, el impulso con que se metió en la pendiente debido a que no freno a tiempo al no apreciar el peligro, con 60 cm un coche flota y no es controlable, siendo cuestión de tiempo que deje de funcionar el motor y el sistema eléctrico, para empezar a hundirse.

No vamos a entrar en la disyuntiva de cuál fue el primero en caer en el charco, pero la actuación de las autoridades fue demasiado lenta a todas luces, ya que terminaron hundidos tres coches y no fueron todos a la vez.

Esta hondonada apenas está a 200 metros del barraco Juncaret y no entiendo como a nadie de nuestro ayuntamiento en tantos años se le haya ocurrido colocar además de lo que existe, múltiples tomas canalizadas al barranco, que ayudaría a evitar la acumulación de agua cada vez que llueve un poco fuerte y a que aunque ocurriera, nunca alcanzaría las proporciones actuales, ni se quedaría estancada tanto tiempo.





Debido a la gran cantidad de tierra que tenía el agua encharcada, esta fue dejando rayas de limo marcando el lento proceso de bajadas de las aguas que se había producido hasta entonces.


Pronto se empezó a apreciar el descenso del agua desde que empezó achicar el camión cuba.

En los dos extremos de la vaguada, una línea ancha de hojarasca marca el punto más alto hasta donde llego el agua y que haría en ese momento imposible de ver los vehículos completamente sumergidos e incluso pasar por las aceras en alto de los laterales.

Captura del Google Earth, primo hermano del Google Maps, de la zona afectada, donde señalo la distancia aproximada existente entre la vaguada y el barranco Juncaret.

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