Siguiendo hablando de los robados fotográficos, a veces cuando te pillan en plena acción no solo son sus ojos los que delatan que te han visto, si no el hecho de que automáticamente cambian de expresión y composición corporal. Por ejemplo esta chica se encontraba sentada en la acera con una mirada pensativa a la vez que toqueteaba las plumas de su gorro colocado entre sus piernas, cuando quise fotografiarla me acerque y agache de una manera poco felina, porque me pillo en plena acción y enseguida sonrió y dejo de tocar las plumas, la fotografié y luego le pedí que si podía tocar las plumas que antes me había gustado la escena y este es el resultado, no esta mal pero ya no tiene esa mirada pensativa. |
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