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viernes, 17 de julio de 2009

COMO BAÑARSE EN LA PLAYA Y NO MORIR EN EL INTENTO.


Oleaje en Cabo Huertas y al fondo el Castillo Santa Barbara de Alicante

Ten respeto al mar y así nunca te sorprenderán sus traicioneras aguas, el mar ha sido y será, fuente de vida, de inspiración y mil un matices más, pero a la vez, junto a esas facetas atractivas, también esconde un lado oscuro, arrollador, que podemos ver durante esos temporales en los que las olas se comen todo lo que encuentra en la orilla e incluso más lejos. Sin embargo, a veces, sus aguas no parecen tan bravas y engañan a incautos o atrevidos que no valoran o desconocen la fuerza oculta de la naturaleza.
Año tras año en la época estival, las playas de medio mundo o del hemisferio que es verano, son visitadas por multitud de gente que buscan refrescarse en sus aguas… y siempre, algunos se ahogan.
Hoy en día, el hombre ha perdido el miedo a la naturaleza y a pesar de ser una insignificante pulga puñetera para el mundo, se cree capaz de todo.

CONSEJOS PARA NO AHOGARSE TONTAMENTE.
Si no sabes nadar no te metas más allá de las rodillas y antes de mojarte observa durante un tiempo, el ir y venir de las gentes a sus aguas, eso te orientara sobre si hay escalones, si profundiza enseguida o no, etc.
El mar no es una piscina, el agua salada facilita la flotación, pero no te convierte en un barco.
En la piscina el agua esta estancada, en el mar el agua esta viva, se mueve y por tanto remueve todo lo que hay dentro de ella, el mar es inmenso y una piscina por muy grande que sea, es una minúscula gota a su lado.
Aunque no es lo mismo bañarse en las aguas de un Océano que en un Mar, no por ello debemos confiarnos cuando lo hagamos en el Mar Mediterráneo, a pesar de que visto en un globo terráqueo parece pequeño y acogedor.
Uno debe tener en cuenta que cada lugar donde nos bañemos es distinto y tiene unas características o peculiaridades únicas, debido a su entorno físico: Golfos, calas, zonas rocosas, playas, etc. Que lo caracterizan con distintos tipos de desnivel desde la orilla: Pronunciado, escaso, irregular. Además de facilitar o no distintos fenomenos acuaticos como las corrientes, porque dentro del agua existen ríos o autopistas de agua, que actúan como si fueran verdaderos caminos por donde el agua se mueve gran velocidad o en otra dirección que el agua que le rodea.
Ojo con el viento que ayuda con su fuerza y dirección a aumentar el oleaje o las corrientes.
Como norma general, si vas a un lugar, debes primero mirar que tipo de bandera esta izada, en España la verde informa de la ausencia “entre comillas” de un peligro añadido a las aguas de esa zona, cuando izan la bandera amarilla, debemos tener precaución y ser muy prudentes en nuestro baño, a veces se iza este color sin que haya oleaje, como cuando hay presencia de medusas en las aguas, tener en cuenta que si vemos la bandera roja, debemos abstenernos de bañarnos, como mucho en la misma, mismísima orilla mojarnos con cuidado, ya que adentrarnos unos metros puede ser un peligro potencial para nuestra vida, también se puede izar este color de peligro cuando siguiendo con el ejemplo de las medusas, existen grandes bancos de ellas, lo cual imposibilita bañarte sin que sufras picaduras o por contaminación de las mismas aguas, por ejemplo.
A continuación observa la gente lo que hace, si no has podido informarte antes de las características principales de esa playa o zona de baño.
Si estas en una zona sin señalización, toma como medida de precaución el estado de las aguas, cuando más movidas las veas, más respeto tenle.

BATALLITAS A TENER EN CUENTA, MAS VALE PREVENIR.
En cuanto a las características de cada zona, una compañera comentaba el otro día que ella estaba acostumbrada a bañarse en el Atlantico, cuyas aguas son mas moviditas y a coger las olas, así que cuando vino a Alicante, un día de oleaje en la playa de San Juan quiso hacer lo mismo, “coger olas”, sin contar con que es una playa abierta y su fondo contiene “hoyos” (como hondonadas), tu vas andando con el agua que te llega a la cintura y de repente caes en uno de estos agujeros que pueden tener entre dos y cuatro metros de profundidad y un diámetro de tres o cinco metros, que curiosamente hoy están aquí y mañana ya no están, debido a las corrientes, en fin, que la pobre de mi compañera en lugar de ser lanzada por las olas a la orilla, dice que fue como succionada y zarandeada salvajemente, por una especie de remolino que la giraba como una peonza, haciéndola perder el sentido de la orientación, no sabiendo lo que era arriba, superficie y lo que era abajo, fondo, cuando ya había perdido las esperanzas y no podía contener más la respiración, fue lanzada fuera del hoyo hacia la orilla, encontrándose con que el agua no le cubría, estaba aturdida, sufria arcadas debido al agua que había tragado y el bañador por las rodillas. Ella tuvo suerte.

Imagen de la Isla tabarca.
La historia de que a veces se crean corrientes fuertes que van desde las orillas en dirección mar adentro, es una de las batallitas que mi padre nos contaba siempre que íbamos a la playa, siempre decía que no nos pusiéramos nerviosos, que nunca intentáramos salir en línea recta hacia la orilla, aunque hiciéramos pie, porque nos cansaríamos, que nadáramos o andaramos en dirección oblicua o paralela a la línea de la orilla hasta que saliéramos de la corriente, ya de chaval con dieciséis o diecisiete años, un amigo y yo, que entonces estábamos en plena forma, tras unos largos, intentamos salir a la orilla, dándonos cuenta que no avanzábamos, si acaso retrocedíamos, paramos y al quedarnos flotando, con el cuerpo en vertical, pudimos apreciar perfectamente la fuerza de ese rió que nos empuja hacia mar adentro, decidimos recuperar fuerzas haciendo el muerto, para posteriormente nadar en dirección paralela a la orilla y así lo hicimos, calculo que en poco tiempo el agua nos había arrastrado un kilómetro aguas adentro desde el momento que nos dimos cuenta de la corriente, pero entonces nos sobraba fuerza y cuando llevábamos unos cinco minutos nadando, notamos como de repente salimos de la corriente, fue como si hubieran cerrado el grifo que hacia correr el agua y en un momento pudimos salir a la orilla para poder contarlo y desde entonces yo hago lo mismo que mi padre y les meto el rollo a mis hijos, cosa que uno de ellos sabe en sus propias carnes que es verdad, un día que estaba bañándose en la playa de La Marina, pues aunque hacia pie, no podía casi salir y un adulto tuvo que ayudar a otras chicas que estaban con el a salir, terminando exhaustos todos, incluido el adulto y con el susto en el cuerpo.

Croquis de como se forman las corrientes de resaca.
Así que este verano se prudente, si no sabes nadar, mojate lo justo, si sabes un poco, chapucea con cuidado y si te defiendes bien, no pierdas el respeto al mar, pues son muchos los expertos nadadores, buceadores y marineros que han perdido la vida en sus saladas aguas.
Vista panorámica de la Playa de La Marina, con el cabo de Santa Pola al fondo, al amanecer.
QUE HACER CUANDO ALGUIEN SE AHOGA.

Por cierto si ves a alguien en peligro, ten siempre presente que lo primero es dar la alarma, al socorrista, a los allí presentes y al 112. Ten en cuenta que los ahogados tienen un margen mayor de reanimación, siempre y cuando estén avisados los equipos de emergencia.
Segundo si no sabes nada de técnicas de rescate, ten seguro, que te ahogaras junto con quien intentas rescatar, así que da la alarma primero.
Es muy duro decirlo, pero ten siempre localizado al ahogado pues eso ayudara a rescatarlo lo antes posible a los equipos de salvamento.
Por ultimo, si te has acercado nadando y ves que la victima esta muy nerviosa, no te acerques demasiado, pues este te ahogara al agarrarse desesperadamente a ti, espera a que se quede sin fuerzas o quede inconsciente, para entonces aproximarte e intentar mantenerle la cabeza fuera del agua mientras llega los socorristas o arrástralo hacia la orilla si puedes.

2 comentarios:

Vero dijo...

No sabia que podian ocurrir corrientes como esa en la playa y menos en Alicante, yo vivo cerca de ahi y me ha entrado miedo despues de leerlo a pesar de que se nadar.

Rafa Medina dijo...

El que pierde el miedo al mar y yo diría al agua, esta condenado.