Si en fotografía a veces es importante la estética de la foto, el encuadre o el boken entre otras cosas, también lo es tener SUERTE y estar en el sitio adecuado en el momento justo y que los astros se alineen fantásticamente, como sucede en esta foto... El robot martilleado ya había sido objeto de mis deseos haría unos diez minutos, al igual que las chicas de los martillos aunque estas mucho antes, cuando de repente me tropiezo con el robot parado ya que la gente quería hacerse fotos con él, cerca se encuentra la rubia del martillo de la izquierda y se enciende una luz en mi cabeza (una foto levantando el martillo para darle al robot) se lo digo a ella y acepta, se lo digo a él, el robot y también acepta, solo queda componer la escena, situando los personajes como si de un bodegón se tratara, cuando aparece la otra chica del martillo y enseguida pienso (dos mejor que una) y le explico la idea, apuntandose como no a la foto. La primera instantánea es como os figurais, las chicas con el martillo en alto, pero luego les comento de bajarlo como si le estuvieran pegando y cual es la sorpresa que el robot, como si un modelo consumado fuera, adopta una pose digna de quien recibe un buen par de mazazos. Dando lugar a esta toma original, curiosa y graciosa. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario