El pasado sábado 5 de Noviembre pasamos el día en La Marina con la familia, como ahora ya se hace pronto de noche, aproveche y antes de cenar hice una mini escapa nocturna que termino siendo AGRIDULCE.
¿Por que digo esto? Porque tras varias tomas por la periferia, me adentre en la pinada, lo cual significa meterse en la boca del lobo, ya que la luz se reduce considerablemente en su interior, incluso con Luna Llena.
1.- No se porque, puse la sensibilidad a 400 ISO.
2.- No se porque, decidí incluir en la toma dos bolas de luz, una lejos azulada y otra más cerca de colores.
3.- No se porque, en lugar de dar las 4 o 5 vueltas habituales para formar la bola de luz, di 10 o 12, con cada una de las bolas luminosas.
4.- No se porque, me desoriente (je, je, je, ni que fuera un astronauta) si con las vueltas de la primera o con las de la segunda bola, eso lo descubrí tras varias idas y venidas buscando el trípode sin éxito, momento en el que empecé a maldecir ,mentalmente por lo que tardaba en encontrarlo, pensando que saldría la toma sobrexpuesta.
5.- No se porque, no tome ninguna referencia en pasos de la distancias recorridas desde el trípode, así que no tenia ni idea de la distancias y tras cuatro o cinco caminatas para adelante y atrás sin éxito, tuve que sacar a regañadientes la linterna, para ver si detectaba a la escurridiza cámara.
6.- No se porque, tarde tanto en darme cuenta que al salir andando un poco borracho de una de las bolas, había cogido una dirección equivocada, entonces y solo entonces, la angustia atenazo mi mente, no porque estuviera perdido yo, sino porque había perdido en medio de la pinada el trípode, con la cámara y la bolsa haciendo de contrapeso.
Conocer la Pinada y mi relativo buen sentido de la orientación me había salvado de dos problemas, UNO, el de haberme perdido de verdad por el pinar y salir por cualquier sitio, sin saber tampoco donde estaba y DOS el haber podido recuperar relativamente rápido la cámara.
Este suceso me plantea la necesidad de agenciarme con una brújula, si bien es verdad que podría desear un buen móvil, hoy por hoy como estoy aun muy susceptible y desconfiado, pienso que no es suficiente porque “haberlas haylas”, las lagunas de coberturas y que las baterías se acaben.
RESUMEN:
La sesión de aquella noche fue AGRIA porque me perdí tontamente y DULCE porque reencontré el equipo perdido, de ahí que la sensación final sea AGRIDULCE.
Antes de la catastrofica toma de arriba hice tres tomas desde el mismo lugar con iluminación por linterna que han sido unidas con el programa Startrails. |
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