¿TANTO MONTA LAS CLARISAS COMO LA SANTA FAZ?
Llevamos unos días donde una parte del colectivo católico de
la ciudadanía alicantina se ha rasgado las vestiduras ante el abandono de las
monjas Clarisas del convento sito en el Monasterio Santa Faz que ha llevado a
una movilización a tiempo pasado, ya que estas monjitas ya se han ido, para
recuperarlas, a ellas o a la orden que sea.
A nivel político, se puede recoger firmas, bajo unas
condiciones determinadas, donde cada folio especifique el enunciado de lo que
se pide a los políticos, donde el nombre y apellidos deben ser legibles, donde
aparece el DNI y la firma de cada uno… la pregunta es si a nivel religioso,
existe la posibilidad de que un número determinado de firmas obliguen a retomar
el tema y si todos los firmantes piden lo mismo, porque estas cosas no se
establecen y coordinan de un día para otro, en fin, un gesto este, el de recoger
firmas que se antojan más como una válvula de escape, más que algo productivo.
De momento el alcalde de la ciudad nos ha hecho un flaco
favor, colocando a la policía local de custodio, por un lado porque somos un
estado aconfesional y esas propiedades las regalamos en su día a la iglesia,
que debe sufragar los medios de seguridad convenientes, por otro lado los
vecinos de Santa Faz estarán encantados de tener a la policía allí tanto
tiempo.
A lo largo de la vida, pues mi padre es de Santa Faz y mi
madre de San Juan, siempre he visto que estos tenían a la Faz Divina en gran
aprecio y sin embargo esta era la gran olvidada de los alicantinos, salvo en
épocas cercanas a la romería o los fines de semana para casamientos, ya que es
muy demandada para esos menesteres, el resto de las horas la afluencia de
fieles o curiosos era menor que muchas ermitas más alejadas de sus poblaciones.
Quien salvo la Santa Faz durante la Guerra Civil, seguirá
siendo un misterio, nunca el señorito que escondió la Santa Faz durante la
contienda se molestó en dar el nombre del campesino que se la llevo y ahora
unos dicen que fue tal o mas cual, de hecho hasta eso se le adjudica a mi
abuelo, aunque el murió sin decir yo lo hice.
Las monjas se han ido a otro sitio, lo cual si hubiera sido
al revés, que estas dejaran el otro lado para venirse aquí, seguro que en ese
otro sitio también se habría creado malestar, con las mismas o parecidas
argumentaciones, mucho tiempo en el sitio, lugar con algo especial o milagroso,
etc.
Estamos ante una falta de vocación religiosa, que lleva al
abandono de lugares religiosos para reagruparse en otros y esto viene siendo
así desde hace siglos. Los motivos y las maniobras que se realizan para el
abandono de un lugar con respecto a otro, nunca transcenderá a la luz pública
de forma clara, dada la opacidad de la Iglesia a compartir esos detalles y la
sumisión innata de las monjas que nunca dirán nada comprometido públicamente,
tal vez en privado y como confidencia lo comentaran, prueba de ello fue el
comportamiento extraño que anunciaba el periodista fotógrafo Francisco González
días antes de los hechos, al cerrarse estas en banda e interrumpieran el contacto con todo lo
externo, si no hablas, no metes la pata.
El que tengamos un resurgir o una época dorada de la Semana
Santa, no significa que la ciudad esté llena de cristianos practicantes, ni por
asomo. En la ciudad de Alicante hay muchas otras religiones, además de ateos y
agnósticos, los cuales se apuntan el Jueves de Santa Faz a la FIESTA sin la
parte religiosa, como el resto de las fiestas que son de origen religioso y que
las celebramos con actos lúdicos ajenos al motivo por el que se celebran, hasta
eso ocurre con los demás días festivos.
En mi opinión la iglesia sabe de sobra manejar su
patrimonio, no mantiene lo que le provoca pérdidas o gastos, como buenos
banqueros que han sabido demostrar que son a lo largo de la historia, dado los
bienes que tienen, samaritanos son lo justo, ahora veremos si saben vigilar el
inmueble.
Personalmente las monjas serían las custodias, pero poco
vigilaban ya que eran de clausura, pocas y alguna enferma o mayor simplemente
que requería cuidados de las otras hermanas y las veces que ido a fotografiar
en su interior, siempre he tratado con el bedel, hombre o mujer, si lo veía. Y
siempre, la sensación que he tenido es de soledad, una o dos personas por allí
dentro y muchos ratos sin nadie, ya que montar el trípode y la cámara lleva su
tiempo, así como el repetir la fotos hasta dar con el tiempo adecuado para
capturar la escena medio bien.
Quisiera hacer un apunte, aunque la Santa Faz, la
relacionemos siempre con los alicantinos, la burocracia es así, durante mucho
tiempo el Monasterio a estado más cerca de San Juan que de Alicante, de ahí que
en esa localidad, se le procese mucha devoción y no olvidemos que cada año con
la romería, todo esa Feria que se monta, se hace en terrenos de Alicante y San
Juan, por ello creo que no estaría de más tener en cuenta la opinión de nuestro
convecinos sobre este tema, algo que muchos ni lo han pensado.
El tiempo avanza, la sangre deja de hervir y todo se amansa,
veremos cuando dura este movimiento ciudadano, dentro de un año las clarisas no
habrán vuelto y dentro de cinco, diez o veinte, la iglesia no tiene prisa,
quien nos dice que el convento no sirva para retiros espirituales u otros
menesteres.
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