Anochece…
Aunque no es excusa, pero lo diré, las fotos que vais a ver,
están muy lejos de la idea que albergaba mi mente y aunque me propuse
intentarlo otra vez, llegue tarde y el velero ya volvía estar amarrado en el
agua, al resguardo del espigón del frustrado Puerto Amor.
Sin duda, es muy difícil en fotografía nocturna conseguir
grandes cosas en medio de un entorno urbano, donde no puedes alejarte mucho del
equipo para iluminar el entorno, porque si simplemente aumentas el tiempo de
exposición, solo consigues que se quemen en exceso las zonas con iluminación
artificial que sale en el plano, sin embargo hoy en día eso lo ha conseguido
evitar algunos fabricantes como Olympus gracias a su software que permite
acumular la luz que añadas a una primera toma, manteniéndose la intensidad que
capturaste de la luz existente, con los parámetros que hayas elegido, además de
permitirte ver previsualizaciones de la escena cada cierto tiempo que te sirven
de orientación sobre lo que estas iluminando y no. Algo que no ocurre en las
demás cámaras, incluidas la mía, en que tienes que esperar a que termines la
exposición o esperar el doble del tiempo si has usado el reductor de ruido para
entonces visualizar un error o un acierto, aunque si bien es verdad que con la
práctica, los errores catastróficos se reducen considerablemente.
Al final los que os muestro, se quedan en fotos algo
diferentes a lo habitual.
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