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martes, 23 de agosto de 2016

HÁBITOS COMUNICATIVOS DEL SIGLO XX HASTA EL INFINITO.

Esta foto realizada en Hogueras del 2016 en los momentos previos al Desfile del Ninot me ha dado de pensar que los hábitos comunicativos han cambiado mucho, mucho y lo que cambiaran.

A principios de siglo XX  la comunicación física entre personas era puramente verbal sin apenas interferencias que no fueran más allá de una radio grande que estaba fija en algún lugar de las casa y los periódicos de tiradas pequeñas, debido a la alfabetización existente entre otras cosas, que se imprimían en blanco y negro, además de ser casi todo texto, era una época en que la gente se mandaba cartas que tardaban una eternidad en llegar, dejando los telegramas para transmitir malas noticias o urgencias administrativas.

Pasan los años y la radio se hace portátil, aparece un nuevo medio de comunicación que lo cambiaría todo, la tele, que se convierte en el centro neurálgico de todas las casas que conseguían tener un aparato de aquellos que se veían en blanco y negro, con una programación de solo unas cuantas horas al día y la mayoría enlatada, el directo no existía prácticamente; mientras, los periódicos, los telegramas, las cartas, siguen usándose y como no, es el auge de la tarjeta postal para mandar una foto a la familia de lo bonito que es aquello donde estamos, las sencillas cámaras de quien las tenía eran para realizar unas cuantas fotos de familia y no para mostrar paisajes, ni cosas artísticas, los que vivían de la fotografía eran cuatro gatos.
Por otro lado el teléfono fijo y aislado, empieza a extenderse, en los pueblos y lugares pequeños, una centralita se convertía en el centro neurálgico de comunicaciones, algo así como los locutorios. Y como no, las tertulias eran momentos de charlar y hablar de mil cosas.

Va pasando los años rápidamente y la tele se hace de color y el horario de las transmisiones crece hasta abarcar muchas horas del día, el teléfono empieza a ser algo habitual y ya no es necesario llamar a la vecina de tu hermano-a para comunicarle algo importante a este, por aquel entonces uno usaba el teléfono esporádicamente. El papel impreso o escrito sigue en aparentemente gozando de buena salud.

Unos cuantos años después, el  95 % de las casas tienen teléfono fijo, pero el gasto de su uso era como la electricidad, con un coste fijo y dependiendo de las llamadas así pagabas, las locales un precio, las provinciales otro, las nacionales más caras y las que se hacían al extranjero te salían muy caras, pero ya se empieza a usar este artilugio como una forma habitual y asidua de comunicarse, ello es facilitado por la extensa presencia de cabinas de monedas existentes en la vía pública o bares, que permitían hacer una llamada en cualquier momento. La prensa empieza a incluir el color y la máquina de escribir de toda la vida pervive, junto a las eléctricas que avanzan en oficinas y hogares.

Internet y los ordenadores existían, pero era una época oscura y sin gráficos, había que ser un valiente para usar una computadora (no se llamaban ordenares), ya que había que estudiar algún lenguaje de programación, además de tener bastante dinero. Al principio internet era lento, muy lento, a unos 56 K, si usabas internet te quedabas sin teléfono, nadie podía llamarte y más si te olvidabas de volver a conectar la clavija del teléfono cuando terminabas de navegar. Las máquinas de videojuegos son una realidad pero se venden en tiendas especializadas y escasas, hasta que pasados unos cuantos años Sony rompe el mercado, al lanza su primera PlayStation y venderla en todas las tiendas de electrodomésticos, llevando el sector del videojuegos a un Boom nunca pensado.

Las cartas han pasado a ser algo romántico y apenas usado. Los teléfonos fijos se nos antojaban directos e inmediatos (eso nos parecía), pero ya comienzan a venderse unos teléfonos portátiles que parecen ladrillos de los grandes que son, carísimos y sin apenas cobertura, nadie parecía verle futuro, pero pronto todo evoluciona gracias a la informática que se ha metido en nuestras casas, miniaturizando todo lo que existe a nuestro alrededor, pronto el móvil pasa de ser un simple aparato de comunicación verbal entre dos personas distantes, a ser un centro audiovisual de entretenimiento complejo, con el que se puede hacer de todo y vemos como el móvil sufre mutaciones y de ser un ladrillo cada vez se hace más pequeño, para volver poco a poco a crecer, relegando la comunicación entre personas físicamente a un segundo plano de momento. 
Todos estos hábitos comunicativos ocurren conforme la red de redes muta e internet pasa de transmitir simples texto, a mandar imágenes fijas, luego en movimiento y pronto a ser todo instantáneo e interconectado, permitiéndonos hacer muchas cosas sin desplazarnos de donde estemos e incluso a solo poder hacer ciertas cosas únicamente a través de internet, poco a poco nos convertimos en una sociedad solitaria donde el interactuar es habitual a través de distintas tecnologías, pero que pierde intensidad cuando estamos con otras personas, ya que no estamos pendientes de los que nos rodean si no del móvil o la videoconsola. 

Las cabinas telefónicas sufrieron como muchas especies animales una extinción en toda regla y prácticamente han desaparecido de la vía pública.
La tele y la radio perviven porque han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y usar nuevas tecnologías.

Ya empieza a ser manifiesto que habrán dos tipos de personas sociales, por un lado aquellos que tienen y saben manejar la última tecnología, mientras que por otro estarán los que no tienen posibilidades de alcanzar esa tecnología de vanguardia y verán limitadas sus posibilidades sociales a múltiples niveles.

En algún momento cercano se generalizara las comunicaciones en 3D con gafas o sistemas minimalistas que apenas se verán pero que nos permitirán integrarnos a un nivel superior en ese mundo tecnológico y virtual, pronto alcanzaremos nuevos sentidos aparte de la vista como el tacto… lo cual conllevara tarde o temprano a la creación de movimientos sociales que estarán en contra del abuso de tanta tecnología y con ello a unas mayores restricciones sobre su uso en ciertos lugares, bien a título personal o empresarial e incluso aparecerán leyes limitando su uso.

En fin un breve, brevísimo, resumen de lo que he vivido o he percibido, tal vez me deje muchas cosas sin mencionar, tal vez el futuro sea otro, quien lo sabe.

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