Aunque el entierro de la Sardina en Alicante no es un acto multitudinario, tampoco se puede decir que sean cuatro gatos los que asisten.
|
Este año la plaza del Mercado ha sido coto privado para algunos, frente al espíritu carnavelero alicantino, horizontal sin exclusiones, ni separaciones.
|
Ay... que pena. |
No todo es lo que parece y habria que preguntarse quien saca la lengua a quien... |
Un beso de despedida.
|
La emoción embarga a los dimonis porteadores.
|
Ante las puertas de la concatedral un simbólico enfrentamiento se produce, entre Don Carnal (lo pagano) y Doña Cuaresma (la cristiandad).
|
Ya en la plaza del Carmen los últimos zarandeos a la sardina la empiezan a desmontar, observar la caja que está en el aire a punto de chupar suelo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario