Momentos antes del entierro de la sardina, la pena del fin del carnaval sobrevolaba las mentes de los allí presentes.
|
Ya solo quedaba prender fuego a la Sardina de solo cartón y madera…
|
…bengalas por aquí, bengalas por allá,
|
pero la maldita sardina se resistía.
|
Solo era cuestión de perseverar y tomárselo con calma.
|
Y si hacía falta acercarse, se acercaba uno o dos, e insistían hasta que ardia.
|
Pronto las llamas y los rojos dimonis envolvieron con fuerza a la sardina.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario