Tras el Apocalipsis todo cambio… la superpoblación humana desapareció
de un plumazo y con ellos, miles de especies animales.
La sociedad civilizada dejó de serlo y a pesar del caos
aparente, buscamos lo cotidiano… tener un grupo de personas con las que
identificarnos y con las que sobrevivir contra todo.
Llegados al punto de tener cubierta la supervivencia,
empezamos a desear y buscar otras necesidades más banales aparentemente y entre
ellas, se encuentra el tener una mascota que nos es fiel siempre.
La mascota nos acompaña y pacientemente escucha todo lo que
le decimos, ya sean secretos o los mimos que les dediquemos… a cambio la
cuidaremos y defenderemos a sangre y fuego.
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