Todos alguna vez hemos oído la historia de Icaro y como su
soberbia por volar más alto y alcanzar el sol le llevo a precipitarse en su
vuelo, lo que nunca nos contaron es la historia de Maripea, esposa de Icaro que
tras su muerte construyo una alas gráciles y ligeras llenas de color que se
asemejaba a una mariposa a la que llamo psyché (soplo) con la que volaba todas
las noches para recriminarle a la Luna porque su marido el Sol le había
arrebatado a su esposo Icaro… pero esta historia quedo relegada y arrinconada
por las posteriores culturas donde no se podía o no se debía ensalzar la
sutileza, la constancia y los éxitos de las mujeres.
Foto realizada en la tarde del último día de agosto, pena
que mi mente no pensara en cerrar más el diafragma para sacar la luna nítida.
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