Estas son las que pude capturar, en parte por que la pinada de la Marina esta bastante socializada en el sentido de ser un lugar habitual de deporte, paseo solo o con perro, lo cual conlleva a mucho arrancamiento de estas setas y recolección por algunos valiente, sin embargo yo las veo pero no las como, ya que son continuas las intoxicaciones mortales que se producen año tras año por estos pequeñines. De hecho esta seta que veis por detrás de este color tan llamativo me la dio un señor alemán como comestible, ya que según el es muy habitual en su país... la acepte, la fotografié y cuando se fue paseando con su perro la enterré para ver si soltaba esporas, pero no estaba dispuesto ha arriesgarme. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario