MYC ALICANTE 2017. DESEMBARCO.

A principios de Agosto, el 4 para ser más exacto, se celebro por primera vez  desde hace mas de un siglo, un desembarco moro en las playa alicantinas exactamente en la extensión del Postiguet, la playa del Cocó, en el marco de los actos que se realizan a la patrona de Alicante, la Virgen del Remedio.
Una iniciativa de la Federación de Moros y Cristianos de Alicante, que abarca los festeros de Altozano, el Rebolledo y Villafranqueza (por cierto creo que los de San Blas se separaron, como siempre la división empobrece) y con la colaboración de los festeros de El Campello y La Vila, lugares famosos por sus desembarcos.

Sin duda se habia creado expectación y la gente se preparo para ver el desembarco desde mucho tiempo antes, el cual se celebraría en el polo opuesto a como lo hace El Campello y La Vila al amanecer, en Alicante sería al atardecer.

En el otro lado de la playa la vida seguía como siempre y multitud de gente tomaba los últimos rayos de sol y se remojaba en el mar.

La hora se acercaba y podeis ver que ya se aprecia la aglomeración de gente.

El desembarco desde los laterales era difícil de observar algo y de frente que es la mejor zona para visualizarlo, también es dificil, pues al ser una zona demasiado estrecha donde se produce el desembarco y la mayoria de espacio está ocupado por unas gradas para la gente privilegiada, algo que no he visto en el desembarco de El Campello, tal vez porque al ser al amanecer los señoritos no madrugan tanto, en cambio al atardecer les da tiempo a llevar sus galas.

Es muy curioso que en una recreación histórica las huestes cristianas se ponga en primera línea, no para ser actores del desembarco, si no para ver mejor el espectaculo y captarlo todo con móviles medievales en la mano.

Sin duda a sido un éxito de publico asistente y en cuanto a la recreación del desembarco, creo que se debe modificar el guión para darle características propias y más serias, que le confieran peculiaridades que sean más alla de celebrarse por la tarde.
Eso sin contar el esfuerzo económico que ello conllevara en el futuro para conseguir materiales propios para el desembarco y así lo alejen de tener el espectador, la sensación de estar viendo la recreación de un mini desembarco de El Campello.