El graffiti puede ser de todo, desde odiado a enardecido, desde consentido a ilegal, desde bello a contestatario, todo depende con los ojos que los mires y en donde estén. Lo de "los ojos con que lo mires" depende de tu cultura artística o simplemente gustos y "en donde estén", se refiere a si el entorno se adecua o esta fuera de contexto y el grafitero solo quiere marcar territorio sin importar sobre que y donde, con tags o lo que sea, cosa que siempre rechazare, a pesar de que la mayoría de ellos han pasado una mayor o menor época clandestina, debido a su juventud y que su pasión puede más que las normas. En fin, aqui teneis un ejemplo de como una ventana de una casa antigua, tapiada y abandonada, adquiere otro matiz gracias a un graffiti del conocido artista alicantino Salvador Gomez.
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