NIKON D 7000 el 19/04/2012.  
COLORES ENTRE PALMAS a las 20’27 h. 
Disparo en RAW. 
Objetivo 18-200 mm VRII f/3’5-5’6G. 
Focal 200 mm. 
Enfoque AF-A con zona automática. 
Modo de Exposición: Auto (flash apagado). 
BW: Automático, luego pasado a 4200 K. 
F/5’6. 
Obturación: 1/250 seg. 
ISO Automático (640). 
Estabilizador de Imagen VR Activado. 
Reductores Desactivados. 
Flash apagado. 
Cielo: Con nubarrones y fuerte viento. 
  
  
  
En Alicante se celebraba su primera fiesta local del calendario, la Santa Faz y esta vez nos fuimos en dirección contraria a cuidar del huerto porque nada más plantar las matitas, estas requieren hasta que cojan bien a la tierra, cuidados especiales cada 4 o cinco días, o eso creemos nosotros, el día transcurría en la misma tónica desde que amaneciera con nubarrones a veces dispersos y otras más compactos que eran movidos por un viento persistentes y en algunos momentos hasta fuerte, eran las ocho y pico cuando el cielo empezó a llenarse con nubes más oscuras que dejaron caer solo un puñados de gotas minúsculas, cuando mi mujer nos aviso del arco iris, salí corriendo por la cámara y empecé a disparar en automático sin flash, después pase a prioridad de apertura y después a la de obturación, al final solo me gustaron las automáticas, cambien el balance de blancos, la oscurecí un pelin y poco más salvo recortarla para acentuar ese primer plano. 
  
No es nada del otro mundo pero es ante estas situaciones cuando uno dice menos mal que traje la cámara y como no, que suerte de haber comprado con el cuerpo un todo terreno de objetivo, 18 – 200 mm. Ojo, que con mi compacta que tiene un 10x también hubiera salido del apuro de no dejar escapar este momento. 
 
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