lunes, 8 de noviembre de 2010

ATARDECER A LA VERA DEL CLOT DE GALVANY.


17.14 horas.
Aunque apenas son las cinco y cuarto de la tarde, el cambio de hora, ya deja entrever que esta próximo el fin del día.

17.30 horas.

Lo bueno del otoño es la cantidad de nubes que fácilmente llenan el cielo de mil formas, por la mañana no había ni una, pero gracias a la suave brisa que ha aparecido al mediodía, pronto el cielo se ha visto salpicado de nubes de algodón a la vez que mejoraba la visibilidad a larga distancia.


17.32 horas.
A pesar de que estoy fuera de las rutas visitables del Clot de Galvany, sin duda la naturaleza no entiende de que una carretera como la N-332 cruce por un paraje tan relevante como este, pero a pesar de ello a este lado de la carretera aun guarda (no se por cuanto tiempo) parte de las características de este paraje húmedo, así como su vegetación y sus peculiares búnkeres (que existiría en aquella zona que tanto había que defender).


17.44 horas.
Recorrí una zona donde en una corta distancia hay tres casas de campo abandonadas hace ya muchos años, que en una anterior visita apenas pude visitar dos, hoy al ver la tercera he descubierto que era una granja de animales.


18.10 horas.
A veces y solo a veces, enmudezco y no por estar en medio del campo solo, sino por la belleza de lo que me rodea.

18.17 horas.
En medio de un campo de almendros secos y abandonados, el cielo sigue con su espectacular danza de colores del atardecer otoñal.


18.47 horas.
Entre medio de los almendros se yergue un algarrobero (al ver la foto en el ordenador creo así distinguirlo) y aunque algo de luz se vislumbra en el cielo de la fotografía, apenas mis ojos veían ya las cosas, tal vez, la larga exposición de 16 segundos y el relleno a base de flashes de otras compactas de una sensación engañosa de visibilidad y eso que al estar en campo despejado seguramente se habrá hecho más tarde de noche que en las calles de la ciudad.

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