domingo, 2 de noviembre de 2008

DÍA DE LOS MUERTOS


El Día de Muertos es una celebración mexicana y centroamericana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, aunque comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.
Una vez al año conviven en México los vivos con los muertos. Inspirados por la creencia que la muerte es una transición de una vida a la otra, celebran durante los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre, el reencuentro con el recuerdo de sus seres queridos. Cada región cuenta con diferentes estilos pero todos representan el mismo nexo espiritual. Es una celebración alegre y colorida en la que la muerte asume una expresión vivaz y amistosa.
La celebración en el mundo prehispánico.
L
os orígenes de la celebración en recuerdo de los ancestros en México son anteriores a la llegada de los españoles en por lo menos tres mil años. La festividad se conmemoraba el noveno mes del calendario solar, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, señora de la tierra de los muertos.
Para los antiguos mexicanos, la Muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario, ellos creían que los sitios destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.
Transformación del ritual
C
uando llegaron a América los españoles en el siglo XVI, en su cruzada evangelizadora, hubo una mezcolanza y un sincretismo religioso, que dio lugar al actual Día de Muertos. El cual, la UNESCO declaro el 7 de noviembre de 2003 como Patrimonio de la Humanidad.
Sibologia utilizada.
Calaveritas.
Son calaveras de azúcar primorosamente decoradas, en las que se coloca en la frente del cráneo el nombre de pila de un difunto, de un amigo o pariente para que se “coma su calavera” y “su propia muerte”, también usan las calaveras en los epitafios especie de poema que se burla de “la Flaca”, nombre popular que recibe la figura de la Muerte, estos epitafios también es costumbre dedicarlos a personajes públicos relevantes.
Pan de muerto. Es un panecillo dulce que se hornea con diferentes formas, desde redondas, de personas y hasta cráneos, adornado con figuras en forma de hueso y espolvoreadas con azúcar.
Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos.
La Ofrenda y las visitas. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, por que no existe o porque está muy lejos para ir a visitarla, se opta por realizar ofrendas en las propias casas, sino se realizan dichos actos en el campo santo.
Eventos.
Aunque la celebración de Día de Muertos varía de una región a otra, casi todas siguen un mismo patrón de festejos. Los cuales se celebra durante dos días, el uno de noviembre, durante el cual en algunas regiones honran a la memoria de los niños muertos, mientras que el dos de noviembre honran a los adultos fallecidos.
En la víspera de la fiesta se prepara la comida, el altar o decora la casa para recibir la visita de las almas de los difuntos.
El 1 de noviembre es la llamada “Velación de los Angelitos”.
Las almas de los niños regresan a sus familias para disfrutar de su compañía y ser alimentados. En algunas regiones de México los niños toman el rol de líderes en los velatorios matutinos, honrando a sus hermanitos fallecidos.
Por la noche los adultos mantienen la vigilia en el cementerio reviviendo las memorias de sus familiares fallecidos.
El 2 de noviembre es conocido por “Velación de Adultos”.
En este día, las almas de los adultos fallecidos, retornan al hogar de sus familias para pasar un tiempo con ellos, disfrutando la compañía, además de alimentarse con el aroma de las ofrendas que sus parientes y amigos les han preparado.
Algunas veces las oraciones dichas durante el día y durante la noche en el cementerio son acompañadas de música.

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